Francia es un país agrícola y el poco de empresas industriales que tenía se fue a países extranjeros por las ventajas competitivas que presentan los factores de producción (bajos costes laborales, ventajas fiscales,…).Como es un país importador, no es sorprendido que la mayoría de sus industrias y empresas se fueron al extranjero y que ahora, el tipo de paro sigue aumentando.Para intentar competir al nivel mundial, Francia debería revisar su sistema fiscal (y sobre todo el impuesto sobre las sociedades: 33,33%) y si no se especializa, por lo menos, fomentar y apoyar el desarrollo industrial y empresarial.
Francia quiere aprovechar su presidencia del G20 para impulsar una “globalización social”. Reunirá a ministros de Trabajo de las economías más poderosas.
Francia considera que ello tomará tiempo, pues sigue habiendo muchos obstáculos en el camino, como es el caso del “umbral de protección social” para todos.
Esta idea, lanzada en 2002 por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), figura ahora en el centro de las prioridades francesas, como el empleo, y en especial el empleo de los jóvenes, que para Francia es un “objetivo crucial” de las políticas económicas de los Estados del G20.
Queda aún camino para recorrer para ver aplicados “los derechos sociales y del trabajo” previstos por ocho convenciones internacionales, a escala del planeta o incluso sólo entre los países industrializados y emergentes del G20.
Los temas del empleo y la protección social figuran desde 2009 en la agenda del G20: la cumbre de Pittsburgh había prometido la creación “de empleos de calidad en el centro del crecimiento”.
Esta vez, “el objetivo de la presidencia francesa es obtener resultados concretos, y globalmente anclar de manera duradera la dimensión social en la agenda del G20, para que esos compromisos perduren más allá de la presidencia francesa”, indicó el ministerio del Trabajo.
“Hacer de manera que la globalización facilite a la vez el crecimiento económico y el progreso social, es el desafío que debemos enfrentar”, subrayaron los ministros francés y alemán de Trabajo, Xavier Bertrand y Ursula von der Leyen, respectivamente en un artículo publicado por Le Monde el sábado.
Con mayor razón pues las economías se comportan mejor cuando los sistemas de protección social están en vigor, posibilitando así un crecimiento más equilibrado de las ganancias de productividad, subrayan los partidarios de esos sistemas, que citan a China como el ejemplo contrario.
Al carecer de protección social, los chinos tienen así una fuerte tasa de ahorro ante el embarazo de las autoridades chinas, que quisieran reequilibrar su crecimiento basándolo prioritariamente en el consumo interior.
“Las políticas activas del mercado de trabajo, las medidas colocación eficaces, la flexibilidad interna de las empresas, así como las inversiones en la formación, tanto inicial como continua, son necesarios para la recuperación económica”, abogan ambos ministros.
Una recuperación que podría generar empleo cuando el desempleo sigue a niveles muy elevados.
En la zona de la Organización de Cooperación y de Desarrollo Económicos (OCDE), la tasa de desempleo fue de 8,2% en julio, frente a 5,7% a inicios de 2008. Con dos problemas mayores: el desempleo de jóvenes y el de larga duración
